Capìtulo 1
Hace mucho tiempo, cuando los dragones aún caminaban entre nosotros, hubo una gran familia de guerreros; los cuales fueron conocidos por su fuerza y su estrategia en los combates.
Durante años, enfrentaron a una raza de mónstruos mutantes, quienes sólo estaban interesados en destruir: los níctor. Pero claro, nuestros héroes siempre resultaban victoriosos.
Un día, cansado de las derrotas, el líder de los níctor, es decir, El Gran Nìctor, formuló un plan para acabar con los guerreros.
Usó como carnada a los suyos mientras se inflitraba en la guarida del Sabio Guerrero del viento. Tuvieron un enfrentamiento duro. Al final, el mal venció.
Sin embargo, antes de morir, el sabio ordenó a uno de los guerreros:
--Huye, y llévate a los pequeños, río abajo.
Mientras el leal guerrero salía de la guarida, observó cómo ardía todo en llamas. Decidió no mirar hacia atrás y se dirigió al pueblo más cercano.
...
La noche caía y el pueblo parecía estar demasiado lejos. El leal guerrero paró un momento para descansar cuando lo sorprendió un níctor y lo atacó. Lo dejó muy débil, estaba punto de morir cuando dijo:
--¡Any llévate a Lei y vallan a la aldea!
Así, el guerrero decidió sacrificarse para que no encontraran a los niños.
Entonces, los niños encontraron a una familia que los quiso y los aceptó.
Han pasado doce años desde que los guerreros se extinguieron y los níctor dominaban algunas tierras. Sin embargo, Lei y Any vivían en un pueblo, libres de los nictor.
Los níctor sospechaban de ese lugar y ese día lo iban a invadir.
Lo que nadie sabía era que Lei tiene el deseo de todos los guerreros de sentir ese espíritu de combate, la fuerza y las estrategias en combate. Lei se levantó y dijo:
--Genial, ya amaneció; es hora de seguir entrenando para ser un guerrero.
--Lei, tenemos que comer --dijo Any, con un plato de sopa en las manos.
Lei y Any bajaron a comer.
Después de comer, Lei decidió salir para seguir entrenando, entonces vio la aldea y se encontró con un señor que quería frutas de un árbol. Lei quiso ayudarlo.
--Hola, señor, ¿lo puedo ayudar? --le ofreció Lei.
--Claro, Lei.
Lei le ayudó a bajar frutas del árbol y el señor le dio las gracias.
--Fue un gusto --respondió Lei.
Lei buscaba sus armas de madera cuando vio afuera de la aldea a un nictor merodeando. Así que Lei decidió enfrentarlo y le gritó:
--¡Oye, nictor, yo te venceré!
--mmm... Tu cara me es conocida. Pero eres alguien que no sufre. Así que te haré sufrir.
Lei tomó su espada y escudo de madera más grandes que tenía y entró en combate.
--¡Toma esto! --atacó con su espada.
--¡Ah! Me dolió. Ya verás.
El níctor le picó los ojos para que no viera nada, pero mientras que Lei no veía, se estaba cubriendo con su escudo. Después de que Lei volvió a ver decidió terminar con la pelea.
--Lo logré; te vencí.
--¡Aaah! No creí que fueras tan fuerte.
De sorpresa llegaron tres níctor.
--¿Tú le hiciste esto a nuestro amigo? --clamaron, furiosos.
--Claro, no es obvio.
--No. No eres más que un mocoso.
Los níctors atacaron a nuestro héroe pero como Lei no podía atacar a todos al mismo tiempo huyó. Ellos lo persiguieron hasta donde entrenaba y activó las trampas que tenía. Cayeron piedras encima de los mutantes y Lei, orgulloso de sus habilidades, exclamo:
--¿Lo vieron? Les dije que no podrían conmigo.
--Eso no será problema... --exclamó uno de ellos, antes de morir-- Va vienen cinco más de nosotros.
--Oh, no. ¿Qué voy hacer? No podré con tantos.
Después, llegaron los níctors dejaron a Lei muy herido.
--¡Agh! no creo... sobrevivir.
--Te dijimos que no podrías contra nosotros.
De repente el pecho de Lei empezó a brillar, los nictors retrocedieron un poco. Lei se levantó, su espada se volvió de metal y su escudo también.
--¿Qué es este poder? Bueno creo que ahora no importa, tengo el poder necesario para vencerlos.
--¿Qué sucede? Es demasiado poder.
Lei volvió a entrar en combate y los atacó con su espada. Los níctors no podían atacarlo. Lei se defendía con su escudo o evadía sus ataques. Tomó distancia y lanzó ataques frontales a cada enemigo. Su poder fue tanto que todo intento por bloquear fue en vano.
Ésta era la primera vez que Lei enfrentaba tales enemigos. La suerte no estuvo a su favor; sino que él poseía un espíritu de guerrero. Pero... ¿será suficiente para terminar con el reinado de los níctor y restaurar la paz a su antigua tierra?, ¿Lei conocerá su pasado?